El proceso de combustión de los motores diesel produce menos smog y partículas menos dañinas que el de los motores de gasolina. El motor diésel se utiliza principalmente en grandes vehículos comerciales como autobuses, camiones y trenes. Los motores diesel tienen muchas ventajas sobre los motores de gasolina porque tienen temperaturas de operación más bajas y niveles de compresión más altos. Estos factores mejoran la eficiencia y el rendimiento del motor. Además, los motores diésel se utilizan en centrales eléctricas porque producen más energía con menos residuos.
Según la Sociedad Estadounidense de Pruebas y Materiales, los motores diésel producen mucho menos smog que los motores de gasolina. Aunque el proceso de combustión es similar para ambos combustibles, los niveles más altos de compresión producen menos partículas de carbono y más combustible diésel de combustión limpia. Además, los aditivos como el detergente de azufre eliminan las impurezas del combustible. Las velocidades más altas del motor producen mayores cantidades de gases de escape diésel de combustión limpia. Como resultado, muchas ciudades limitan el uso de motores diésel dentro de los límites de la ciudad para reducir la contaminación del aire. Además, las escuelas suelen prohibir el uso de motores diesel en las escuelas de la ciudad debido a la mala calidad del aire. Incluso después de estas medidas, la mayoría de las ciudades todavía tienen restricciones estrictas sobre el uso de motores diesel.
Los motores diesel tienen una vida útil más larga que la gasolina porque no requieren encendido por chispa como la gasolina. La chispa enciende el combustible, lo que hace que comience a degradarse inmediatamente después de colocarlo en el cilindro. Además, los motores diésel no producen tanto dióxido de carbono ni óxido de nitrógeno como los motores de gasolina. Por lo tanto, las ciudades que quieren reducir la contaminación del aire no restringen el uso de sus vehículos tanto como lo hacen con los vehículos de gasolina. Aún así, las ciudades intentan limitar la cantidad de vehículos diésel presentes en su área para limitar la contaminación del aire.
El crecimiento de la industria automotriz hizo que las ciudades crecieran rápidamente, lo que condujo a un mayor uso de automóviles y problemas de congestión del tráfico. Los propietarios de automóviles se vieron en la necesidad de viajar largas distancias para ir al trabajo todos los días, lo que llevó a los fabricantes a instalar tanques de gasolina más grandes en sus vehículos. En consecuencia, los conductores se quedaron sin gasolina cuando viajaban distancias cortas. Con el tiempo, los conductores comenzaron a preferir los motores diésel a los de gasolina, ya que eran más eficientes y podían funcionar más tiempo sin repostar. Hoy en día, la mayoría de los fabricantes de automóviles prefieren usar motores diésel en lugar de motores de gasolina debido a su mejor rendimiento y menores emisiones.
Los motores diésel tienen muchas ventajas en comparación con los motores de gasolina debido a las temperaturas de funcionamiento más bajas y las partículas de escape más limpias. Por lo tanto, la mayoría de las ciudades limitan su uso debido a la mala calidad del aire junto con otras preocupaciones, como las limitaciones de costos y almacenamiento de combustible. Sin embargo, el diesel está ganando popularidad ya que es más eficiente que los motores de gasolina, especialmente en vehículos donde el kilometraje es crítico (como los automóviles). Por lo tanto, los consumidores deben apoyar la nueva tecnología que los beneficie mientras reducen la contaminación del aire.